lunes, 4 de abril de 2011

Reportaje: Casas encantadas

Esas viviendas encantadas que aún sobreviven en nuestra agitada urbe

Las casas de “los otros”

La poetisa Elizabeth Shôn veía en su casa al espectro de una muchacha y le llegó a tomar tanto cariño que la llamaba “hija”. Todos los habitantes del hogar del cronista de El Hatillo, José Félix Peraza, veían a un niño y a otros seres de otra dimensión. En la Casa Mendoza algunos empleados oyen ruidos y ven la estela de gente que no existe y en la que fue la casa del temible Pedro Estrada, hoy Radio Nacional, se aparece una extraña mujer y se escuchan pisadas que hacen crujir los pisos de madera

(NELIDA FERNANDEZ ALONZO)

Era una práctica macabra, cruel y terrorífica que se realizaba en la época de la colonia y que dejó una gran cantidad de historias de fantasmas en muchas casas del país. Hacendados y demás señores adinerados de aquellos tiempos decidían esconder sus riquezas bajo la tierra en lugares que sólo ellos conocían, sin embargo, no eran ellos quienes abrían los hoyos para hacer los valiosos entierros, sino uno o dos esclavos quienes iban a parar a las fosas, junto al tesoro, para que no existiera riesgo alguno de que se conociera su paradero.

De esa época datan las historias de esclavos aparecidos que encontraron la muerte en un entierro pero, tal parece que la abolición de la esclavitud y la llegada del siglo XX no dejó atrás estas prácticas pues se sabe de un caso que tuvo lugar en El Hatillo.

Casa del Cronista de El Hatillo. Calle La Paz. Nº 21.

“Cuentan que cuando murió Juan Vicente Gómez, el general Eleazar López Contreras exigió a los párrocos de todas las iglesias entregar el oro que tenían y el cura de El Hatillo como que tenía mucho. Un día se le vio salir calle abajo con un niño que el estaba criando y unas tinajas. El cura volvió, pero no el niño. Sospechamos que ese es el niño que se apareció por tanto tiempo en esta casa”, cuenta la señora Elba de Peraza, esposa de José Félix Peraza, cronista de El Hatillo.

Al fantasma de este niño, “de unos 10 a 12 años”, lo veían todos los habitantes de la casa y una que otra visita: “un día, cuando uno de mis hijos, que era un adolescente, trajo a un amiguito suyo que se tuvo que quedar solo un momento porque mi hijo había ido al baño, cuando regresó el pobre muchacho estaba pálido acurrucado en el sofá y dijo que había visto a un niño transparente pasando frente al televisor”.

Últimamente, a este pequeño aparecido ya no se le ve deambular por la casa de la familia Peraza, y la señora Elba cree que esto se debe a lo mucho que ella y su difunta madre rezaron por el descanso de esta alma y de otras que también solían andar por la vivienda que por cierto es la clásica casa grande y vieja de techos rojos y patios internos.

La hermana de la señora Elba, Josefina, dice que ella nunca vio al fantasma del niño, “pero vi otras cosas”. Cuenta que en una ocasión, estando ella tomándose un café con su madre, vio claramente como un hombrecito salía de la oficina de su cuñado hacia uno de los patios internos del caserón: “era muy delgadito, muy chiquito, blanco y chiquito. Primero iba lento, pero después apuró el paso cuando se dio cuenta de que lo miraba. Le dije a mi mamá que si había visto al hombrecito, y ella inmediatamente agarró un machete y nos pusimos a buscarlo, pero nunca pudimos encontrarlo, finalmente mi mamá dijo: “bueno, tu sabes que aquí siempre se aparecen cosas”.

Casa de la poetisa Elizabeth Schön. Los Rosales

El fantasma de una melancólica muchacha, entre otros espíritus, acompañaba en su casa de Los Rosales a la gran poetisa y dramaturga venezolana Elizabeth Schön fallecida hace apenas cuatro meses. Esos espectros, de hecho, sirvieron de inspiración a la escritora para escribir su penúltima obra “Visiones Extraordinarias” (2006).

La escritora Mercedes Franco, quien fuera amiga de la poetisa, comenta que Schön hablaba con esa joven como si se tratara de un ser vivo: “incluso le tenía mucho cariño, no le tenía miedo, la trataba de hija”. Al parecer ese espíritu pertenecía a una muchacha que vivió en el siglo XIX y que en vísperas de su matrimonio se cayó en un pozo de agua o aljibe que era usado en esos tiempos pues en esas tierras donde estaba la casa de la poetisa funcionaba antes una lechería.

El esposo de Schön, Alfredo Cortina quien fuera cronista de Caracas, libretista de la radio y la televisión venezolana llegó a pintar a la chica: “la pintó con un chal, un vestido largo y un moñito atrás, aunque a veces ella aparecía con el pelo que le daba hasta abajo de la espalda, ella era muy blanca con el pelo muy negro”, dice Franco.

En una oportunidad, cuenta Franco, unos familiares de Cortina provenientes de Europa visitaron a la pareja, y estando uno de estos señores muy relajado y en paños menores tomando un poco de sol, vio a la espectral dama, pero la visión fue tan real que fue a reclamarle a su anfitrión el por qué no le había comentado de la presencia de una joven pues no era adecuado mostrarse tan desnudo ante una señorita. Ante este reclamo, el cronista le informó, con mucha tranquilidad, que esa era la fantasma de la casa y que no tenía por qué preocuparse.

Casa de Pedro Estrada, hoy, Radio Nacional. Chapellín

El temible jefe de la Seguridad Nacional durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez vivió en una confortable quinta ubicada entre Chapellín y Country Club en La Florida. Una vez caído el gobierno dictatorial, Radio Nacional fue trasladada a esa vivienda.

Muchas de las personas que trabajan o han trabajado en esta emisora dicen haber percibido extraños ruidos o haber visto figuras espectrales en el lugar. Rafael Sylva, creador y productor general del programa Radial “Nuestro Insólito Universo” tiene una historia qué contar al respecto, aunque aclara que él no cree en fantasmas ni en “esas cosas”.

“Yo empecé a trabajar en Radio Nacional en el año 69, cuando empezó “Nuestro Insólito Universo”. Yo grababa de noche, a partir de las 8 y a veces se hacía tarde. Una noche que me dieron la una de la mañana, quise ir al baño y el Guardia Nacional que estaba custodiando la radio me dijo que tenía que ir al baño de la dirección, pero cuando iba subiendo las escaleras vi que una mujer pasaba hacia la oficina de la dirección, entonces pensé que ella también iba al baño pero cuando subí vi que estaba desocupado y todas las luces estaban apagadas. Cuando bajé le pregunté al guardia que quien era esa muchacha y el se alarmó, pensando que se había metido alguien, entonces subimos a buscarla y por más que buscamos no encontramos a nadie… Al día siguiente todo el mundo me preguntaba acerca del fulano fantasma, pero yo sigo creyendo que era una mujer que estaba allí”.

Sylva dice que no cree en nada de esas cosas “pero me llegan muchos casos y a veces los digo en el programa. A veces me reclaman que como entonces, si no creo en esto, lo exploto, pero la verdad es que lo que yo hago es dramatizar la información que me llega”.

A pesar de su escepticismo, una de las asistentes de producción de un programa dominical que transmite Radio Nacional asegura haber sido empujada por una mano invisible que la hizo caer estrepitosamente en la planta superior de la sede de la emisora hace aproximadamente un año.

Casa Mendoza. Boulevard Panteón

Allí, en pleno centro de Caracas, a pocos metros de la Catedral y a pocos metros del Panteón Nacional hay una vivienda antigua que hoy en día lleva el nombre de Casa de Estudio de la Historia de Venezuela Lorenzo A. Mendoza Q. que tiene funciones de biblioteca, museo, centro de estudios, restaurante, lugar de esparcimiento y espacio de actividades culturales de la parroquia. La estructura pertenece a la Fundación Polar, organización que se ha ocupado de conservarla con el mayor cuidado posible, manteniendo además la arquitectura de cada una de las épocas por las que ha pasado.

“Esta casa la empezaron a construir los padres jesuitas en 1761 con la idea de que fuera un colegio, pero apenas seis años después de iniciada y avanzada la construcción el rey Carlos III expulsó a los jesuitas de toda América y por eso la casa quedó abandonada y a medio terminar, no se supo que hacer con ella. Varios nobles la pidieron para hacer colegios pero se decidió dársela arrendada a un batallón del ejercito español, así que más de 600 hombres estuvieron allí. Era un cuartel”, informa Gustavo Vaamonde, historiador de la Fundación Polar quien explica que esta vivienda pasó de unas manos a otras, que efectivamente llegó a convertirse en colegio por tiempos para después ser casa de familia y así hasta que fue comprada en 1893 por Lorenzo Alejo Mendoza y Burós.

“Trabajadores de la casa aseguran escuchar ruidos y ver imágenes de lo que parecen ser fantasmas, pero yo nunca he escuchado ni visto nada”, dice Vaamonde pero los empleados saben muy bien que aquella casa tiene fantasmas que dan cuenta de su larga historia.

Un pozo de ocho metros de profundidad perfectamente diseñado fue descubierto recientemente debajo de un cuarto de la casa agrega más misterios a la hermosa y antigua vivienda. “Se piensa que era un aljibe pero no se consiguieron rastros de agua, pero si se consiguieron restos de falanges (dedos) y algunas armas, por eso se piensa que también se usó se calabozo”, refiere Vaamonde quien dice que cada vez que se hace alguna reforma a la casa se hace un nuevo e interesante hallazgo.

Depende de la muerte

David Goncalves, cartomántico y vidente, define una casa encantada como una vivienda en la que hay un espíritu, un ente o un muerto. ¿Y cual es la diferencia entre cada uno de estos seres? “Un muerto es alguien que no se resigna al hecho de que murió, tal vez lo asesinaron, y está cuidando sus restos o pertenencias. Un espíritu no es alguien que haya muerto allí, generalmente es un familiar que está cuidando a su gente y un ente es eso que aparece cuando alguien dice que le montaron una brujería, algo que los perjudica”.

Goncalves también define lo que es un duende: “son niños que murieron y siguen haciendo sus travesuras”, mientras que un ánima es una persona que murió trágicamente “y queda en el olvido, en un limbo, pero siempre está tratando de irse, por eso busca ayuda”.

Mundo de espíritus

De acuerdo con la directora del Instituto Venezolano de Parapsicología, Albertina de Hernández, los vivos “estamos rodeados de entidades espirituales” y aclara que muchas de estas entidades son familiares que están protegiendo a sus parientes. A veces se trata de un ente de buenas energías y a la gente de la casa le gusta que esté allí”

Pero no todo es tan benigno, la parapsicóloga dice que existen varios factores que pueden determinar que una casa esté encantada o esté “infectada” pues las energías a veces son buenas pero muchas otras veces son negativas.

“En ocasiones lo que pasa es que la casa fue construida en un lugar donde ocurrió una tragedia o que después de fabricada la casa sucedió ese evento trágico”, dice y recomienda que toda persona que se vaya a mudar a una nueva vivienda debe conversar con los dueños anteriores para saber si pasó alguna cosa, pero también aconseja hacer alguna limpieza.

Pero hay casos en los que los fantasmas no llegan a determinada casa por las razones antes mencionadas sino que son llevadas por alguna visita: “es un espíritu que siempre está como pegado a alguien y que cuando esa persona va a otra casa, decide quedarse allí”, dice Hernández y explica que “la entidad espiritual se alimenta de la energía de los vivos y quien sea débil puede terminar siendo absorbido por esos seres”.

Remedios “caseros”

El vidente David Goncalves recomienda a quienes desean desprenderse de las posibles entidades del más allá:

- En noche de luna nueva poner en las esquinas de la casa sal marina con limones cortados en cruz. Al día siguiente se recogen con un guante, una pala y una bolsa negra y se botan. “Este procedimiento hace que la energía mala se queme”.

- Al mudarse a una nueva casa: se agregan tres gotas de agua bendita y tres de aceite de sándalo a la pintura con la que se van a pintar las paredes. “Así se cortan las energías malas”.

- Cuando hay duendes: Se pone una bolsita roja con caramelos en el punto donde se aparece o hace travesuras.

- Lo mejor es evitar poner muchos espejos en la casa “porque estos se convierten en portales de tercera dimensión por donde entran y salen muertos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario