lunes, 11 de abril de 2011

El lucrativo mercado del miedo

El terror en la ficción está en auge. estrenos recientes como 'El hombre lobo' o la española 'La herencia Valdemar' lo confirman. El negocio puede ser muy suculento. 'Paranormal Activity', la última sensación del género, costó 7.800 euros y lleva recaudados 111 millones. paradójicamente, en tiempos de zozobra nos refugiamos en el horror

BEATRIZ OSA

Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae". Con esta frase, el famoso Drácula de Bram Stoker invitaba a sus huéspedes a pasar una noche inolvidable en su castillo de Transilvania (Rumanía), allá por el siglo XIX. El precio a pagar era un mortífero mordisco. Hoy la cosa resulta un poco más crematística. La fortaleza se puede recorrer, a excepción de las mazmorras, por dos euros. Con sus 500.000 visitas anuales, su heredero, el archiduque Dominic de Habsburgo, recauda un millón de euros. El magnate ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea Futbol Club, estuvo a punto de fichar este castillo hace dos años por 60 millones de euros. El porqué está claro: el terror vende. Y cada vez más.

De entre todas las expresiones del miedo enlatado, la soberana es, sin duda, la cinematográfica, que el año pasado movió unos 1.500 millones de euros en todo el mundo. De los 7.160 millones que sumó en 2009 la taquilla estadounidense, un 10% lo recaudaron filmes de terror. Significativo, si se considera, además, que la mayoría de películas del género se rodaron con apenas un millón y medio de euros de presupuesto.

Asustar al personal resulta mucho más barato que generar cualquier otro tipo de emoción. Ahí está, para demostrarlo, Paranormal Activity, una de las películas más rentables de 2009. Rodada casi íntegramente en interiores, con apenas media docena de actores desconocidos y un equipo mínimo y rudimentario, se realizó con algo más de 7.800 euros y lleva más de 111 millones de euros recaudados. En la lista de los horror films más taquilleros del pasado año en EEUU sólo ha sido superada por la imbatible saga vampírica Crepúsculo, con 202 millones de euros.

Los protagonistas de la exitosa serie basada en los libros de la norteamericana Stephenie Meyer, por cierto, volverán a intentar morder la taquilla en junio de este año. La tercera entrega, Eclipse, sólo distará siete meses del estreno de la segunda, Luna nueva, presentada el pasado mes de noviembre. Y ya está anunciada la cuarta para 2011. Todo ello gracias a su provechosa trayectoria: los 26 millones de euros que tenía de presupuesto su película inicial (Crepúsculo) se multiplicaron por 10 en 12 meses.

Nada más aterrizar en España, el miedo edulcorado de Luna nueva acumuló 10 millones de euros, dejando una estela de adolescentes que se ruborizaba ante el mínimo castañeteo de colmillos. Ahora tendrán que prepararse para lo que les depara de nuevo la luna, aunque esta vez llena, porque acaba de llegar El hombre lobo. Con las mismas melenas largas que peinó para encarnar al Che Guevara, Benicio del Toro vuelve a desgarrar la cartelera, esta vez con uñas y dientes de tamaño XL. Se ha embutido en látex y gomaespuma, y se ha bañado en tanta sangre que en EEUU han decidido vetar el filme a los menores de 17 años.

También acaba de estrenarse La herencia Valdemar, -después de Ágora, la producción más cara del cine nacional en 2009-, con 13 millones de euros. En su primer fin de semana fue la quinta película más vista y recaudó 553.000 euros.

un terror elegante. José Luis Alemán, su director y productor, vio claro cómo debía ser el filme desde un principio: "Quería dar miedo y encontré en los relatos de H.P. Lovecraft la dosis de sustos que necesitaba para hacer un terror elegante". Lo que no tenía tan claro eran los retornos. La película no ha recibido ninguna subvención ni apoyo de cadena de televisión alguna y, como comenta el propio director, el público español es difícil: la taquilla, salvo excepciones, tiene una vida corta. Antes del estreno, Alemán confiaba en recuperar, al menos, un 80% de la inversión.

No ha sido, en cualquier caso, un disparo al azar. Otros con mucho menos presupuesto que él apostaron por el miedo y salieron triunfadores. Fue el caso de los creadores de Rec hace un par de años. Con casi ocho millones de euros de recaudación, fue el segundo largometraje español más visto en 2007 por detrás de El orfanato. El boca-oreja funcionó entonces de forma esplendorosa.

Sólo hay que probar suerte y subirse al tren en el momento justo. ¿Quién le iba a decir si no a Manel Loureiro que un día colgaría la toga para explotar su faceta de escritor? Está a un tris de hacerlo. Abogado de profesión, este gallego de 34 años ha entrado en el ranking de los 10 libros más vendidos del último mes con su Apocalipsis Z. Los días oscuros (Plaza & Janés), una novela de zombis donde los únicos lugares libres de no muertos en España son Gran Canaria y Tenerife. "Es la primera vez que una historia así está ambientada aquí, y no en América, lo que constata que estábamos huérfanos de referentes", explica Loureiro. Y va más allá: "Si nos guiamos por la demanda nacional y europea, el thriller de terror ya ha alcanzado su mayoría de edad, y ha llegado para quedarse".

Su primera novela, Apocalipsis Z (Dolmen Editorial, 2007), surgió de recopilar todos los borradores que había colgado en el exitoso blog Mundo cadáver. El más de medio millón de cibernautas que le seguía en Internet demandó hasta una quinta edición al pasar al papel. Y la segunda entrega va por el mismo camino. En 15 días ha volado de las librerías. "Todo va demasiado rápido", reconoce este letrado (en todas sus acepciones). "Alguna productora ya se ha interesado en adaptarla a la pantalla…".

En su estudio Literatura fantástica en cifras (2009), Mariano Villarreal, responsable del portal de Internet especializado literfan.cyberdark.net, asevera que "el terror ha superado una grave crisis, y hoy día ofrece cifras muy interesantes, con un espectacular ascenso del 100% […]. Su cuota de mercado se situó este mismo año en torno al 25%, gracias al nuevo subgénero romántico-paranormal, los libros de temática vampírica y zombi, y al boom de las series de terror juvenil".

Son un cúmulo de favorables circunstancias que cuenta con su propio clan de groupies oscuros. "Son los nuevos románticos. Ahí están las hijas de Zapatero", apunta Yolanda Batallé, directora de la editorial La Galera, especializada en literatura juvenil, y donde ya han constatado este momento dorado del terror. "Lo gótico ha vuelto con fuerza y hay cantidad de chicas enamoradas de vampiros. Una tendencia que durará otros dos años, pero que ya tiene continuación en el género del thriller juvenil, que arrasa en Francia".

Los adolescentes son, de hecho, el mercado más interesante para el terror. ¿Por qué? Pues porque, como señala Luis Muiño, psicólogo y autor de Perder el miedo al miedo (Espasa-Calpe, 2007), "hormonalmente, el miedo produce más endorfinas y, en plena adolescencia, el efecto es aún mayor; al llegar a la madurez no es tan fácil que se produzca esa inundación bioquímica. Se echa de menos ese regustillo del subidón de endorfinas y adrenalina y es más difícil asustarse".

ENTRE 14 Y 42 AÑOS. Aun así, ¿por qué no aspirar a más? La editorial La Galera, por ejemplo, lanzará en marzo Retrum. Cuando estuvimos muertos, una de las novelas de la colección Luna Roja 14-42, una marca de serie a base de vampiros, zombis y ángeles caídos dirigida a casi todos los públicos. De hecho, el 14-42 se refiere a la franja de edad a la que recomiendan su lectura. Según datos de la Asociación Española de Escritores de Terror, en cinco años se ha doblado el número de libros que apuestan por el género. De los 550 editados en 2004, hemos pasado a 1.200 en el último año.

"El miedo forma parte de nuestro hardware biológico y siempre estará ahí", añade Luis Muiño. "Siempre habrá algo que nos resulte imprevisible y estimulante. Basta con tocar uno de nuestros cuatro pánicos ancestrales: la soledad, la muerte, la locura y la pérdida de libertad".

José Luis Rebordinos, director de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia introduce una reflexión interesante. "Ya no hay monstruos que no te puedas creer", asegura. "Ahora el cine de terror está muy pegado a la realidad cotidiana".

¿Benefician, pues, al mercado del terror la crisis y el miedo al paro? Parece que sí. Como explica Rebordinos, "pasó lo mismo tras la II Guerra Mundial y la crisis del 68. La ruptura de la cómoda tranquilidad es un buen momento para el género: te refugias en la pantalla para vivir emociones fuertes". Visto así, Tiburón sólo vino a corroborar la verdadera amenaza del momento: en plena crisis económica de 1975 recaudó 610 millones de euros. El filme de Spielberg encabezó la lista Forbes sobre las cintas de terror más rentables de la Historia, por delante de El exorcista (529 millones de euros) y El sexto sentido (275 millones de euros).

Pero en la época de las emociones hiperrealistas, no podía faltar el terror en directo, concepto que explotan negocios como la Casa Sueiro. Erigida en el siglo XVIII en Teaño (Pontevedra), hoy es una casa rural donde los visitantes pagan entre 95 y 165 euros y acuden para convivir con monstruosas pesadillas. "Algunos terminan llorando de miedo", dice Pablo Martín, director de la compañía de teatro El Roce de las Alas, responsable del montaje.

Y es que, ¿quién no ha pedido otra vuelta más en el tren de la bruja? "Estas catarsis en grupo son una regresión a la infancia", matiza Miguel Mariñas, catedrático de Filosofía Política e Investigación Social de la Universidad Complutense de Madrid. "Como no controlamos ni la realidad filosófica ni la económica, este tipo de disfrutes en común nos hacen pensar que, mientras estemos en uno de ellos, no nos tenemos que preocupar por nada".

La industria del videojuego también ha descubierto el filón. Los llamados juegos survival horror (terror de supervivencia) están hechos para temblar tanto que hagan soltar el mando. No son los que más caja hacen, pero tienen un público fiel en Asia y Europa.

A LA GENTE LE GUSTA LA SANGRE. Prueba de ello es Clive Barker's Jericho, de factura española. Se lanzó hace dos años y despuntó hasta alcanzar el millón de copias, una cantidad considerable. "Lo bueno de los survival horror es que tienen una legión de seguidores que, como pasa con el heavy metal, le son fieles hasta la muerte", apunta Enric Álvarez, director de Mercury Steam y encargado del proyecto Jericho.

Un informe de la firma financiera Wedbush Morgan Securities cerraba en septiembre un balance preliminar de 2009, según el cual, en sólo nueve meses, los horror games habían ingresado 106 millones de euros, superando los 94 millones de todo 2008.

El auge se percibe también online. Aullidos.com es la mayor página de terror español y la segunda del mundo. Emilio Martínez la montó hace cinco años por afición y hoy es un negocio, con 800.000 visitas mensuales: "En el último año hemos crecido un 20%, en parte por el buen momento que atraviesa el cine de terror español. Digan lo que digan, a la gente le gusta la sangre", concluye. Y el cine y la literatura se encargan de dárnosla muy fresca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario